Dragón Rojo

Con su aliento flamígero y privilegiada inteligencia, los Comandos Rojos se costituyeron en las primeras fuerzas de choque aéreo de los Señores de los Dragones. Es ésta la criatura más feroz y mortífera de toda la especie, si exceptuamos a la soverana misma, y también una de las más grandes (mide unos quince metros).

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Aunque poco dados a la obediencia, los Dragones Rojos disfrutan incendiando urbes enteras, destruyendo y saqueando: de ahí su protagonismo en la contienda. Aprendieron sin dificultad a agruparse en escuadras para embestir y defenderse en las cofrontaciones.

Mostraron una fidelidad sin reservas a la Reina de la Oscuidad, a quien atepusieron siempre a las mandatarios mortales. Una de sus principales responsabilidades fue la de dar caza a Berem, el Hombre Eterno, que obstruía la entrada de Takhisis en el mundo.

Ember, el ejemplar de Verminaard, se anotó en su lista de hazañas la caída de Pax Tharkas, la quema de Solace y otrows actos de devastación en Abanasinia y áreas vecinas. El citado animal fue aniquilado pro Flamestrike, una hembra también roja, lo que ilustra la máxima de que el Mal suele volverse contra sí mismo.

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Información sacada de: Colección Dragonlance - Apéndices.
Próximamente: Dragón Blanco.